Aunque en las últimas semanas y meses hemos hablado más del mercado de China, Norteamérica sigue siendo, naturalmente, una de las regiones más importantes para los fabricantes premium alemanes. En 2010, EE.UU. se situó directamente detrás de Alemania en términos de ventas de unidades y todavía relativamente por delante de China: el 18,3% de los vehículos vendidos se destinaron a clientes de Alemania, EE.UU. está prácticamente a la par con Alemania, con un 18,2%. China seguía relativamente lejos, con un 12,5%, pero se acerca a pasos agigantados a los mercados consolidados.
En el mercado premium estadounidense, la filial japonesa de Toyota, Lexus, ha dominado las cifras de ventas en los últimos años, principalmente gracias a sus muy populares SUV. En los últimos meses, sin embargo, los fabricantes alemanes BMW y Mercedes se han acercado cada vez más al primer puesto y en algunos meses incluso superaron a los japoneses.
En 2011, lo más probable es que Lexus pierda la primera posición y Mark Templin, de Lexus, ya ha declarado a Automotive News que el catastrófico terremoto y sus consecuencias impedirán a Lexus defender su lugar bajo el sol. Templin informa de problemas de producción y largos plazos de entrega, que provocan el descontento de los clientes.
No se puede juzgar de forma concluyente si la causa del cambio en la cúpula se debe realmente a la catástrofe natural o si este acontecimiento sólo ha acelerado el curso de los acontecimientos, pero en cualquier caso es interesante observar el cambio de poder. Además de fijarse en Lexus, también merece la pena observar a sus perseguidores, ya que Mercedes ha conseguido recortar cada vez más la distancia que le separa de BMW y ahora está prácticamente a la par con la empresa muniquesa.
Los otros perseguidores, Audi e Infiniti, siguen actualmente algo rezagados, pero al menos la filial de Nissan, Infiniti, también puede alegrarse de los grandes aumentos registrados en los últimos meses. En 2010, Infiniti seguía por delante de Audi con algo más de 100.000 unidades y ahora también es percibida como una amenaza real por los demás competidores. Con sus coches deportivos, Infiniti se dirige a la misma clientela que Audi y BMW, y se impone con precios más bajos y una calidad comparable.
El desarrollo del mercado automovilístico en EE.UU. sigue siendo apasionante y, mientras en Alemania hay una batalla a tres bandas entre BMW, Mercedes y Audi, en EE.UU. sólo BMW, Mercedes e Infiniti parecen tener muchas posibilidades de hacerse con el puesto de honor en un futuro próximo.
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