A principios de 2019, la oferta eléctrica se basaba en una veintena de modelos. Aparte del Twizy (el pequeño cuadriciclo de Renault), el coche eléctrico más barato es, sin duda, el Smart Fortwo Electric Drive, a 23.250 euros (sin contar el bono ecológico de 6.000 euros). No es de extrañar que los coches eléctricos menos asequibles sean los Tesla. El primer precio de un Model 3 es de 42.600 euros. El Model X cuesta 82.200 euros (a principios de julio de 2019).
¿Comparado con un coche diésel o de gasolina?
Debido al coste adicional que supone la compra de un vehículo eléctrico en comparación con un motor de gasolina o diésel, es importante conducir un determinado número de kilómetros para poder pagarlo. Tenga en cuenta que la depreciación de un VE es siempre más lenta que la de un vehículo de combustión. Sin embargo, la autonomía y los tiempos de recarga obligan a veces a limitar ciertos desplazamientos. El reciente aumento de los impuestos sobre los combustibles fósiles refuerza el hecho de que, a largo plazo (más allá de los 100.000 km), el coste de un coche eléctrico (incluida la batería) es más económico, aunque la inversión inicial sea más importante.
Balance de situación
Más allá de la preocupación ecológica, la compra de un nuevo vehículo eléctrico sigue siendo una inversión importante a pesar de las numerosas subvenciones gubernamentales, pero se está democratizando, indica el concesionario de coches Madrid Crestanevada. Con esta democratización se ampliará la gama de coches eléctricos de segunda mano, desde los modelos más prestigiosos hasta los más prácticos para el día a día y para ir de vacaciones.